martes, 10 de julio de 2012

Raid Ecopista Do Dao - Viseu (Portugal)


Una vez más, Raidermania se embarcó en una épica aventura, esta vez en tierras portuguesas. Para la ocasión se volvió a presentar a un equipo en élite, dos en aventura y uno en promoción, abarcando los diferentes objetivos de cada integrante del Club. Así, nuestros equipos quedarían así:

- Élite:  Piñera, Alberto y Javi.

Junto a Tarí, los raiders más duros del Club. Están presentes en todos los raids de la LERA y están demostrando merecer la categoría Élite, en la cual es su primera temporada. No dudamos que con un poco de experiencia, tendremos un equipo puntero por muchos años.

- Aventura: Lidia, Motilla y Bautista.

 El equipo puntuable para la LERA estaba capitaneado por la omnipresente Lidia, que se acababa de traer de Córdoba el Campeonato Nacional de Orientación en Bicicleta de Montaña. Además, estuvo acompañada de los dos "Hectors", Motilla y Bautista, que volvían a la LERA después de mucho tiempo, pero que aun así no han dejado de entrenar y competir tanto en Carreras de Montaña, Orientación a pie y en bici y Raids regionales (Andalucía, Murcia, Cataluña). Así, se conformaba un equipo competitivo listo para todo.

- Aventura: José, Marco y Ana.

Equipo conformado como una gran apuesta, donde contrastaba la experiencia de José (actual líder de la Liga Nacional de O-BM) con la fuerza de Marco, deportista profesional del balonmano; y con el equilibrio de Ana, incorporación que proviene del club Calasparra-O con gran experiencia en los raids de la Liga Murciana.


 - Promoción: Jenny y Mario

Valiente propuesta la de esta pareja, que renunció a tener un raider reserva a cambio de hacer el 100% del raid sin descanso. Si siguen a este nivel, sin duda pasarán a competir en Aventura en un futuro cercano.







- Asistencias: David y Héctor Titanium.

Sin duda, básicos para el desarrollo del raid, tenían siempre a punto el campamento raidermaníaco en las transiciones de todas las secciones, con la dificultad añadida de un plano de asistencias casi imposible de descifrar y que convertía en aventura el tránsito de una transición a otra.

Preparativos:

Después de bastantes horas al volante (con confusión horaria incluida, una hora menos en Portugal, además de los "peajes fantasma"), por fin llegaríamos a Viseu (Portugal), con ganas de conocer los raids de aventura desde el punto de vista de los portugueses. Después de estar presente en el briefing, nos dio la sensación de estar delante de un raid muy táctico, donde parecía imposible hacer todas las balizas, y donde el corredor-asistencia de los equipos aventura tendrían poco tiempo para descansar.

Salida: trekking.

Por fin, estábamos inmersos en el raid, con salida a las 9 y límite hasta las 13 horas. Nos encontramos con una sección mayoritariamente urbana, nota predominante durante todo el raid.

Mi equipo (Lidia y Bautista) salió un poco despistado y le costó entrar en el mapa. Por el camino nos encontramos con los Élite a muy buen ritmo y los Promoción en la cima de una loma con baliza. Como anécdota, tuvimos el mérito de encontrar la 5A, aun estando mal colocada en el mapa (aunque después no contara). Con el tiempo al límite, intentamos hacer la baliza 12, pero al no parecernos accesible decidimos picar la 15 e ir a la transición, poco antes de las 13 horas.

Sección 2: kayak + carrera y tirolina

Viendo que yo tendría que encadenar varias secciones, decidimos que yo hiciera el kayak, mientras Motilla y Lidia se fueron a por las balizas de tierra. El kayak resultó muy entretenido y descansado para mis piernas. La anécdota graciosa aquí fue mi grandísima entrada a una baliza, que acabó conmigo en el agua. Por el pantano me encontré a Piñera y al equipo Promoción, dándolo todo y bien animados.

Así, seguiría bien fresquito el recorrido hasta acabar mi recorrido en una hora, con tiempo de sobra para cambiarme y esperar a mis compañeros, que llegarían in extremis antes del cierre de sección, con todas las balizas previstas picadas.


Sección 3: BTT + puente tibetano + cuerdas + rápel + carricoches

Larguísima sección de bici la que nos esperaba a los Héctors, que vimos pasar a los élite por nuestro lado como una locomotora. La orientación fue la correcta, haciendo una estrategia para hacer menos de los 79 km de la organización preveía, y que nos salió bien completando "solo" 60 km. A destacar la interminable subida hasta la prueba de cuerdas, que nos motivó a cantar, para animarnos, temazos de Siniestro Total o el "Soy minero", amenizaron la subida.

Una vez en las cuerdas, pudimos ver a Motilla trepar con la grandísima habilidad de un gato, acompañados de unos sonoros maullidos que llevarán a llamarlo a partir de ahora "Motilla catman". Acto seguido, nos encaminamos hacia el rápel, donde ya empecé a tener sobrecargas en los abductores y empecé a sufrir. Llegamos a Viseu, donde Motilla demostró su dominio sobre el carricoche, y así hasta buscar la transición en un final apoteósico, al límite de la hora, con mis dolores en los abductores, con pájara de Motilla, y que conseguimos con nuestro afán de superación.
 

Sección 4: Orientación específica a pie nocturna

Mientras yo descansaba después de 12 horas seguidas, Lidia y Motilla cumplieron su papel en un plano difícil y con balizas bastante escondidas que obligaban al campo a través.

La tensión se mascó en la zona de transición, pues el equipo de José y Ana no llegaba de la bici. Por suerte, no hubo nada que lamentar, solo el disgusto de no hacer la sección nocturna.

Sección 5: Patines + golf

El domingo empezó saliendo los equipos de la Ecopista (vía verde) de Viseu, con un raider en patines y el resto a pie. La podemos definir como la sección absurda del raid, pues el kilometraje era excesivo, no se paraba de subir y bajar al mismo punto y casi todas las balizas eran obligatorias. En conclusión, pocos equipos hicieron la bici, no llegando ninguno de los equipos de Raidermanía a hacer la siguiente sección.

Sección 7: Score 100

Solo el equipo de Jenny y Mario y el de Lidia y Héctor fueron a por esta sección, plagada de pruebas especiales enclavadas dentro del casco urbano de Viseu.

Para empezar, tiro con carabina, con un magistral acierto de Lidia. De allí pasamos al "tapafuros", un cilindro con agujeros que teníamos que tapar para llenarlo de agua, no conseguimos nada, aunque Lidia se llevó un buen bañito de agua estancada. Después de completar una baliza doble, fuimos a la prueba de "rodar el aro" donde nos dimos cuenta que los juegos populares no eran lo nuestro, confirmado después por nuestro "magistral" dominio de los zancos. Después de completar unas cuantas balizas más por el pueblo, llegamos a meta contentos, con buenas sensaciones, y es que...

¡¡¡HACER RAIDS ES LO NUESTRO!!!

viernes, 6 de julio de 2012

II SEMANA DE MOVIDAS VARIAS

MARTES 19 DE JUNIO
Siguiendo la tradición instaurada el año pasado de gestionar un viajecito multidisciplinar y aunque el raider-calendario anda un tanto apretado entre tantas competiciones, un grupo formado por ocho intrépidos y genuinos personajes conseguiríamos escapar rumbo a la Sierra de Guara para darle caña al barranquismo del bueno, primer alto en el camino.
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Puesto que las predicciones meteorológicas no eran nada halagüeñas en el lugar de destino, decidiríamos hacer el barranco de Amanaderos, en la provincia de Teruel, que nos pillaba de paso y lo teníamos pendiente. La reseña prometía pero nos resultó algo decepcionante, ya que aunque tiene varios rápeles guapos, entre ellos hay mucho tramo de patear por el cauce sin ningún tipo de aliciente



David, rebautizado como “El Alien”, comenzaría a dar juego y en tiempo record despedazaría dos pares de zapatillas.

MIÉRCOLES 20
Sería un día completito. Por la mañana Formiga, donde disfrutaríamos como enanos. Saltos, rapeles, toboganes, pequeños sifones…






Pero como todo no iba a ser diversión, por la tarde tocaba sufrir y que mejor elección para ello que el Gorgonchón. 

Para empezar Albertini, que pasaría primero a la cabecera del rapel “del agujero que te traga”, disfrutaría de lo lindo para evitar quedarse colgando del pasamanos ya que al adentrarse en él, no tenía demasiada buena pinta. 

Tras montar otro pasamanos, Mateini, Franchescolo y yo sufriríamos como p.u.t.a.s ratas para pasar el tramo encajonado tras el mencionado rapel, lo que provocaría grandes carcajadas de quienes observaban la escena, a excepción del Alien y Antolino. El primero de ellos, por un momento se convirtió en una especie de loro y no cesaba de preguntar: ¿cubre? Sin embargo, no conseguía obtener respuesta y su inquietud se iba incrementando. Mientras el segundo de ellos, viendo el percal, no hacía más que mirar a su alrededor tratando de encontrar una escapatoria y eso que se enteraría a posteriori de la presencia del agujero. Por su parte el Infraestucturas, que ejercería de psicólogo, tan solo tendría alguna dificultad para superar el obstáculo que hay en la recepción del rapel. Y luego está Chumari, el ser imperturbable, que gestionaría el barranco con una faciliadad pasmosa.

Todavía no había caído la noche y algunos seres enfermizos no habían tenido suficiente por lo que le darían caña a la ferrata del Espolón de la Virgen en Rodellar, mientras el resto  nos relajábamos en la piscinita.







JUEVES 21
Le tocaba el turno al Mascún Superior. Barranco sencillamente espectacular, cierto es que la aproximación y el retorno son una pateada considerable pero vale la pena. 













Mención especial para el Alien, que además de no llevarse demasiado bien con el agua, se pegaría la paliza padre con una lesión de rodilla que acarreaba desde la jornada anterior, brutal.





Y como todo no podía fluir con normalidad, durante el retorno gestionaríamos un itinerario especial que salvaríamos sin problemas gracias a Jose, el bombero.
Por la noche tocaba cena de hermandad y en ella tendríamos la grata sorpresa de conocer a Christian Abadie, una de esas personas de las que tantas veces nos acordamos, ¿quién cojones se habrá metido aquí por primera vez? Uno de esos aventureros que sin apenas material se adentraban en lugares inhóspitos, donde solo estaban ellos y esa naturaleza salvaje que cada vez es más difícil de encontrar. Lo que más me gustó de todo es que tras la charla, por la situación y su humildad me quedó claro una cosa: ¿Por qué lo hacía? Pues sencillamente por placer,  no buscaba figurar, ni ser el primero en hacer esto o lo otro, simplemente disfrutar de esa sensación de adentrarse en lo desconocido.
VIERNES 22
Tras recoger el campamento, el grupo se dividiría. Por un lado Franchescolo, Mateini, Chumari y Antolino gestionarían la ferrata de Peñas Juntas en Bierge y regresarían a Elche. Mientras, Albertini, Jose, David y yo nos despediríamos de Guara con la Peonera Inferior, barranco con más caudal. A groso modo, muy acuático, con bastantes saltos y sin rapeles. Extremar la precaución en el paso de Anaís.
























Ya por la tarde, nos desplazaríamos a Tramacastilla de Tena, campamento base para el fin de semana y lugar de encuentro con Emilio, Manolo, Lidia y Ophelia. 

SÁBADO 23
07:30 Sabiñánigo: Alber, sin comerlo ni beberlo, estaba en la salida de la Quebrantahuesos junto a otros 7.583 ciclistas dispuestos a completar el exigente recorrido de 202 Km.
Los participantes de esta marcha se preparan a conciencia durante meses simplemente para poder terminarla, pero nuestro presi únicamente había hecho alguna salida en carretera de 70 Km y la semana anterior se había dedicado a barranquear. Desde el cariño, mi mayor ilusión era que petara como un cerdo y luego nos contara como se había arrastrado como una rata. Pero lejos de ello, esa insaciable bestia parda, nos narraría como se le ponían los pelos como escarpias (si los tuviera) mientras ascendía aquellos míticos puertos alentado por el bullicio de los espectadores que copaban sus rampas. Y así, conseguiría concluir la marcha sin problemas y además obteniendo medalla de oro (la cuál te otorgan por finalizar antes de siete horas y cuarenta y cinco minutos).

Por otro lado, Ophelia, Lidia, Jose y yo nos desplazaríamos a Ordesa con intención de ascender al Monte Perdido. Un 4x4 nos subiría desde Torla hasta la Punta Acuta, donde comenzaríamos a caminar. 








En la primera jornada ascenderíamos hasta la Laguna Helada, en la que instalaríamos el campamento, durmiendo en un entorno sencillamente espectacular.


DOMINGO 24
Después de una noche ventosa nos equiparíamos con crampones y piolet para afrontar el final de la ascención, que lamentablemente es muy conocido por la escupidera, tramo que se ha cobrado la vida de un gran número de montañeros. Así pues, si vais por allí no olvidéis llevar el material adecuado y andar con ojito.









 
Tras las fotos de rigor y sin recrearnos demasiado, emprenderíamos el largo descenso hasta el aparcamiento de Ordesa, donde esperaban Albertini y David para regresar a Elche


P.D. SÁBADO 30
La Francesita y yo continuaríamos el viaje y nos trasladaríamos a Asturias, donde tendríamos el privilegio de hacer noche a los pies del Uriellu o Naranjo de Bulnes, pared que uno que yo me se lleva bastante tiempo con la idea de escalar.



La verdad es que plantarse a los pies de semejante paredón y acometer su escalada tiene que ser una jodida pasada. 
FIN