lunes, 28 de marzo de 2011

CTO. AUTONÓMICO ULTRA LARGA

Planificando el calendario de Raidermania Elx para el 2011 me llamaría la atención una prueba de orientación catalogada como "ULTRA LARGA".

Pues dicho y hecho, después de participar en dos o tres pruebas de orientación al comienzo de la temporada, la mañana del 27 de marzo, Albertini y yo (el resto no podrían acudir por historias varias ineludibles) marcharíamos a Biar para enfrentarnos a un nuevo desafío.

Y como no podía ser de otra forma ¿En qué categoría?... Pues dada nuestra descomunal experiencia... (Ironía), en SENIOR A, con un recorrido previsto de 17.5 Km. yendo a tiro hecho.

...Y ¿QUÉ SUBYACIÓ?

10:15.- Montaña de Biar. Salida en masa categoría SENIOR A y ELITE hombres.

Nuestras piernas disfrutarían de un largo itinerario repleto de maleza, con un desnivel moderado.

Por mi parte, dado que prácticamente no estoy corriendo a pie, decediría tomarme la prueba con tranquilidad, alternando el trote con bastantes tramos de caminata. En lo relativo a la orientación, la cosa iría bastante bien excepto dos/tres balizas que se resistirían, estando en la zona pero no dando con el punto en concreto.

Durante la prueba, Albertini se daría cuenta que se nos pegaba el arroz, ya que sabía que yo tenía que entrar a trabajar por la tarde, por lo que decidiría dejarse varias balizas, marchando a toda velocidad hacia la meta, alcanzándola sobre las dos de la tarde.

A eso de las 15.20, yo mismo (careciendo de reloj...), aparecería por el lugar de llegada, donde esperaba el chavalico algo preocupado por si me había pasado algo.

Y a falta de que Albertini añada su experiencia personal, eso es todo amigos

viernes, 25 de marzo de 2011

Marrakech



Ya con todo el equipo unido y dejando de lado los madrugones de jornadas anteriores, aprovecharíamos para tomarnos un día de “campo”, caminando y visitando los pueblos Bereberes de las inmediaciones.

Como es normal, la forma de vida de muchas de sus gentes se ha visto modificada por la gran cantidad de turismo de montaña que recibe la zona, dedicándose a dar cobijo, cocinar, portear material y guiar a los muchos interesados que visitan el lugar. No obstante, tuvimos la ocasión de ver que aún queda quien vive ajeno a todo ese ajetreo, en concreto al pasar por las inmediaciones de la humilde morada de un nativo llamado Larsan, nos recibiría amablemente, invitándonos a un té, unos frutos secos añejos y ofreciéndonos una caja con almendras del solitario árbol que presidía su cobijo. Tras disfrutar de una sosegada charla, decidiríamos marchar entregándole unos dirhams por el trato recibido. El hombre, que no esperaba nada a cambio, se vería incomodado ya que según sus palabras “lo que nos había brindado no era nada para nosotros” y

se lamentaba de que no hubiera estado su mujer para ofrecernos algo más de comer. Es curioso comprobar la enorme generosidad de una sociedad de “supervivencia” como esa, en contraposición al egoísmo que domina una sociedad materialista como la nuestra. Después de tomar algo de carne en una terraza de Imlil, nos acercaríamos a otro poblado Berebere donde les daríamos a los niños las provisiones alimenticias que nos habían sobrado. Fue un tanto chocante ver el ímpetu con el que pedían algo más, una sensación extraña, hacía que te dieras cuenta de la “contaminación” que una sociedad materialmente rica provoca en otra de muchos menos recursos.

El lunes por la mañana abandonaríamos las montañas para dirigirnos a Marrakech, donde al día siguiente tomaríamos el vuelo de regreso. Visitaríamos su impresionante zoco y disfrutaríamos de una sesión de hamman con masaje incluido. Pero estamos hablando de una ciudad volcada en el turismo, en la que la mayoría intenta sacarle el máximo provecho y ello implica que te atosiguen constantemente, manteniendo una lucha en la que “cuando pueden y te dejas te la meten…”, tal y como nos ocurrió a nosotros en alguna ocasión. A pesar de ello, como visita cultural, una experiencia altamente recomendable.

Días de Actividad en el Atlas




Al llegar a Imlil, dormimos en el albergue Lepiney. Al día siguiente, tras esperar a ver como evolucionaba el tiempo y depués de estar escuchando las insistencias de Larsen, para que no subiéramos, decidimos intentar llegar al refugio de Nelter o Refugio del Toubkal, dudando si íbamos a llegar a él, ya que nos habían dicho por activa y por pasiva, que el riesgo de avalancha era muy grande. Nosotros dudábamos, ya que cuando te encuentras en Marruecos, todo se mueve por el dinero, ya que nos convertimos en presas turísticas para los leones africanos que son los marroquíes que organizan las subidas a las montañas del Altas, las visitas a las cascadas o a los pueblos bereberes, los tours en bicicleta por el desierto, en quad o en 4x4.

Una vez en el refugio, y tras haber acordado un precio de unos 20€ por día a media pensión(desayuno, cena y dormir) en el refugio de Nelter del CAF, con Larsen, nos olvidaríamos un poco del regateo para centrarnos en lo nuestro, que no era ni más ni menos que subir cuatromiles.

Al día siguiente, teníamos en mente subir el pico más alto del Atlas con 4167 metros, el Jebel Toubkal, pero tras salir del refugio y divisar la primera pala, y creo que la más dura del recorrido hasta la cumbre, cambiaríamos de opinión, ya que el riesgo de avalancha era muy alto.

Optamos por dirigirnos hacia la zona del Ras, ya que en esa zona, y siempre con cuidado de ver donde te metes, el riesgo de aludes puede reducirse. Saldríamos sobre las 9h del refugio continuando hacia arriba por el mismo valle, hasta el collado, tras la huella de unos Canadienses, que poco más tarde abandonarían la idea de la cima. Gracias a ello y a nuestra cabezonería, alcanzaríamos la cumbre del Ras, esta vez por la normal y no sin antes arrastrarnos literalmente por la nieve, debido a que no podíamos caminar por el estado y la cantidad de la nieve polvo.
Al llegar al collado, continuamos hacia la derecha, pasando al lado de unos gendarmes, que sortearíamos sin dificultar para acceder a la pala principal que llega directamente a la antecima del Ras. Una vez allí, sólo nos quedaría pasar por una arista a la que llega por la derecha la canal del Ras, para hacernos con el primero de los cuatromiles que nos esperaban en tierras africanas, compartiendo cumbre con unos amigos asturianos que conoceríamos el día anterior en el refu y cuyo guía, haría la competencia a Don Pedro Segovia en el tema de caminar sobre las nieves.


De allí al Timesguida, sólo nos separan 15 minutos y las ganas de alargar un poco más el duro día de trabajo, pero eso no era problema para esta expedición, ya que los 5 componentes, animados, haríamos las 2 cumbres ese día, desandando nuestros pasos y llegando al refugio sobre las 18:30 horas de la tarde tras un duro día de trabajo en altura y hundiendonos en la mismísima miseria.



Al día siguiente, salimos tras un grupo de ingleses. Nos duraría poco el tema de la huella, ya que tras pasar la primera y más peligrosa pala, por los aludes, habriríamos huella nosotros junto a otro compañero español que también conocimos en el refu.
Tras pasar la pala que queda al lado del refugio, subiendo hacia la izquierda, nos encontraríamos en un circo, que da acceso al collado que separa el Toubkal Oeste del Jebel Toukal, nuestro principal objetivo.
Tras desviarnos a la derecha para coronar el Toubkal oeste (4030m) en el collado, volveríamos sobre nuestros pasos para comenzar la última subida hacia nuestro objetivo. Primero llegarían a la cumbre Pedro y Leandro, tras ellos Alberto y finalmente, reservando fuerzas para lo que les esperaba más tarde, llegarían Juan y José, que se portaría como un jabato, haciendo 4 cuatromiles en su primera salida al monte.
En la cumbre y tras realizar las fotos de rigor, que esperábamos ansiosamente, porque sería el primer cuatromil culminado por el Club d'Esports de Muntanya i Escalada i Orientació Raidermania Elx, nos separaríamos en dos grupos. Unos continuaríamos por la cara norte hacia el Immoucer y la cumbre donde se encuentra el motor del avión estadounidense estrellado en 1969,Tibherine O (3.887m).

La bajada no sería todo lo fácil que se esperaba debido a que nos hundíamos en la nieve hasta la cadera e íbamos pendientes de los posibles aludes, ya que esta zona estaba cargada de nieve hasta los topes, hasta llegar al refugio.

Una vez en el refugio, nuestros compañeros que bajaron por la normal, nos informarían de que ellos íban a bajar a Imlil, ya que sus objetivos, ya se habían cumplido.

A nosotros nos quedaría la cumbre del Akioud (4030m), que culminaríamos al día siguiente, cogiendo la primera canal de la derecha, tras salir del refugio dirección al Ras. Dicha canal, se coge 125 metros más arriba del refugio, y se pasa entre unas paredes bastante cerradas, tras las cuales se abre y llegas a los pies del Akioud el cual para llegar a su cima, debes bordear por la derecha, hasta el collado y para evitar aludes de la zona de la izquierda, y subir por la parte de atras hasta prácticamente la cumbre.

Después de esto, bajaríamos al Nelter y recogeríamos nuestras cosas para llegar a Imlil y cenar con nuestros amigos que nos esperaban tras darse una comilona de las buenas.

Llegada a Marrakech

En poco más de hora y media los cinco integrantes de la expedición (Tío Charles, Segovia, Jose, Albertini y Leandro) abandonaríamos nuestra rutina para tomar tierra en Marrakech. Pronto nos daríamos cuenta que el viaje había sido mucho más largo de lo esperado, aterrizando en la España de décadas atrás. Ciclomotores sin matrícula, se entremezclaban con vehículos aquí catalogados como históricos, creando un caos circulatorio junto a peatones y ciclistas. Larsan, nuestro contacto local, nos trasladaría hasta Imlil, trayecto en el cual tendríamos la ocasión de comprobar el fuerte contraste entre las clases sociales de Marruecos, donde enormes propiedades, ajardinadas y ostentosas darían paso a poblados más que modestos. La abundante lluvia pronto se convertiría en nieve, tiñendo de blanco el terreno y ofreciéndonos un recibimiento espectacular. Una vez en Imlil, base de operaciones en la montaña marroquí, degustaríamos el primero de los innumerables tes, tomando contacto con el arte del regateo para negociar la estancia y alimentación de las siguientes jornadas. Las malas condiciones climatológicas y la gran cantidad de nieve acumulada durante varios días (con el consiguiente riesgo de avalancha), ponían en peligro nuestros planes de asalto a las cimas del Atlas, pero ante ello poco podíamos hacer, por lo que decidimos irnos a dormir con un “mañana ya veremos”…

jueves, 10 de marzo de 2011

I RAID SIERRA DE ESPADÁN






1ª ETAPA.- Sábado 5 de marzo

Eran las 10:07 cuando se daba el pistoletazo de salida para los 51 equipos participantes en categoría aventura. Con la habitual enérgica salida, más propia de una prueba de velocidad, alcanzaríamos el mapa de la primera prueba de la jornada, un score urbano por Montanejos. Al finalizar éste, la cosa se ponía cuesta arriba, continuando con un trekking hasta la cabecera del barranco por el que seguía el recorrido. Tras enfundarnos los neoprenos, disfrutaríamos de un tramo muy entretenido con varios saltos, seguido de un trayecto bastante laborioso de agua turbia con firme bastante irregular. Una vez fuera del barranco y tras una breve subida, ideal para entrar en calor, enfilaríamos el descenso hasta el punto de asistencia, poniendo fin a la primera sección. Un par de despistes y una caida en la que Feli perdería el sportident (menos mal que se dio cuenta pronto y volvimos a buscarlo) nos haría perder algo de tiempo.


A eso de las 13:00 daríamos las primeras pedaladas de la segunda sección, una prueba de btt muy exigente. La cosa no empezaba demasiado bien, nada más salir de Montanejos nos equivocaríamos de pista, menos mal que estábamos “moscas” y no tardamos demasiado en darnos cuenta. Bajando para deshacer el entuerto, el firme mojado me jugaría una mala pasada, dándome un buen restregón. A partir de entonces, realizaríamos una sección bastante decente, superando las duras y continuadas rampas que encontrábamos al paso.


Sobre las 16:45 Feli y Alberto iniciarían la tercera sección, un trekking que incluía orientación individual y las pruebas de rappel y escalada, aunque esta última finalmente se suspendería. Feli, que nunca había tomado parte en una carrera de orientación, tendría algún problemilla para “descifrar” el recorrido individual, pero conseguiría solventarlo ágilmente, reuniéndose con Alberto para terminar juntos el resto de la sección.

Escasos minutos antes de las 19:00 estaríamos dispuestos para iniciar la cuarta sección, kayak. No obstante, tras acceder a la zona de salida, nos informarían que no habían embarcaciones disponibles y que por motivos de seguridad, a las siete, hora final de inicio de sección, no permitirían que ningún equipo accediera al agua, aunque estuviéramos neutralizados con anterioridad. Viendo que habían varios equipos por delante y que no iban a llegar kayaks suficientes, decidiríamos no perder más tiempo e ir a equiparnos para la quinta sección.

Como Alberto llevaba dos pruebas seguidas y no había tenido tiempo de descansar, decidiríamos cambiar la estrategia, realizando la prueba de btt Feli y yo. Con excesiva tranquilidad nos preparamos y ya de noche comenzamos a pedalear. Para nosotros esta sería la peor sección de toda la jornada, la dureza del recorrido, el cansancio, una rotura de cadena y varios errores de navegación nos harían perder bastante tiempo. A pesar de ello, sería una pasada afrontar esta prueba nocturna.

A eso de la una de la madrugada una especie de despojos humanos llegábamos al siguiente cambio. Allí, en la gélida noche, esperaban impacientes nuestra incansable asistencia, junto a Albertini que ya fantaseaba con meterse en el saco… Pero darnos por vencidos no era una opción, si era necesario nos arrastraríamos hasta la meta. Con un nuevo cambio de indumentaria, daríamos paso a la siguiente sección, un trekking nocturno de 14 Km. con final en la Vall d´Uixó. Poco a poco iríamos avanzando, afrontando nuevas pendientes y localizando las últimas balizas de la jornada… Quizás por una mala elección del recorrido, el ansiado descenso se convertiría en un suplicio, una senda pedregosa y bastante empinada acabaría por rematarme física y moralmente, menos mal que ahí estaba Albertini, para tirar de mí, continuando con el martirio. El crono no paraba de correr y aunque a mitad de sección pensábamos que íbamos sobrados, el tramo final se nos haría más largo de la cuenta. Finalmente, nos veríamos forzados a renunciar a un par de balizas, entre ellas la del tiro con arco, entrando a meta dos minutos antes del cierre de control. He de decir que hacía tiempo que no sufría así, pero el cerebro masculino tiende a olvidar pronto, por lo que en breve volveremos a las andadas…

ETAPA 2.- Domingo 6 de marzo


El formato de la etapa del domingo era totalmente diferente, más bien se parecía a un triatlón “sprint”. Las pruebas serían patines, btt y orientación a pie. No se si fue por el jamón que daban de premio a los ganadores de la etapa, pero daba gusto verlos correr, por no hablar de los cambios en boxes, impresionante. Feli y Alberto se encargarían de completar todo el recorrido, excepto la btt en la que yo les echaría una mano, superando todos los puntos de control, lo que nos permitiría mantener la posición alcanzada en la jornada anterior, un onceavo puesto en la general de aventura que nos sabría a gloría y más cuando en la entrega de trofeos la organización nombrara a RAIDERMANIA ELX como primeros clasificados del campeonato autonómico.


Y para rematar el fin de semana, una deliciosa paella de despedida junto al resto de compañeros de fatiga, organización y sobretodo junto a nuestra asistencia, a la que agradecemos su incondicional apoyo y el entusiasmo con el que nos han mimado durante todo el raid.

Por otro lado felicitar a la organización por el pedazo de raid que se han marcado y que hemos podido disfrutar y sufrir en nuestras carnes. Esperamos vernos en la segunda edición.